EEG y encefalopatías
La aparición de ondas agudas trifásicas y
de actividad delta rítmica generalizada de predominio frontal, sobre una
actividad de fondo lenta, sugieren fuertemente el diagnóstico de una
encefalopatía metabólica. No obstante estas alteraciones no son específicas de
alguna etiología en particular, pero se observan frecuentemente en encefalopatía
hepática, renal y séptica. Las encefalopatías tóxico- metabólicas comparten
varias características
con los cambios electroencefalográficos
producidos por los anestésicos. Al profundizarse el estado anestésico así como
al agravarse la encefalopatía tóxico- metabólica, se produce una disminución de
la frecuencia (lentificación) y aumento de voltaje de la actividad
electroencefalográfica.
Al profundizarse el grado anestésico se
producen cambios como los siguientes: desincronización de la actividad de fondo
seguida por aumento en la proporción de actividad theta, aumento en el voltaje y
ritmicidad de la actividad delta inicialmente mezclada con frecuencias rápidas,
posteriormente desaparece la actividad rápida quedando sólo actividad delta,
luego aparece el clásico patrón de descarga- supresión con una duración del
período de supresión cada vez mayor al aumentar la profundidad de la anestesia
y, finalmente, aplanamiento de la actividad electroencefalográfica (trazo
isoeléctrico). Con algunas excepciones, estos cambios son habitualmente
reversibles. Cambios similares a los referidos antes, se observan en la mayoría
de encefalopatías por intoxicación con medicamentos sedantes y de encefalopatías
metabólicas, incluyendo la falla hepática y renal, la encefalopatía séptica, la
intoxicación por dióxido de carbono y la falla adrenal.
No obstante, debe tenerse en cuenta que
algunas encefalopatías se apartan de estos lineamientos generales, por ejemplo:
la encefalopatía anoxo- isquémica, en la cual puede haber muerte neuronal, los
cambios pueden ser irreversibles y empeorar en los días subsiguientes. En otros
casos se sobreponen grafoelementos adicionales, como por ejemplo espigas en
casos de anoxia y en la encefalopatía inducida por penicilina.
Ya se mencionaron las ondas agudas
trifásicas en casos de encefalopatía hepática, renal y séptica. Es importante
también tener en cuenta que no en todas las encefalopatías los cambios
electroencefalográficos progresan hasta el patrón de descarga- supresión. Esta
progresión es más probable en casos de encefalopatías anoxo- isquémica, séptica,
inducida por medicamentos (especialmente por barbitúricos y benzodiacepinas),
hipotermia e hipoglicemia severa. En otras encefalopatías es improbable este
tipo de progresión, a menos que coexista con hipertensión intracraneal e
isquemia generalizada, como en algunos casos de encefalopatía hepática aguda y
síndrome de Reye asociados a edema cerebral.
La edad puede modificar las manifestaciones
electroencefalográficas de las encefalopatías. Por ejemplo, en niños no se
observan ondas agudas trifásicas en la encefalopatía hepática ni en el síndrome
de Reye y en cambio se pueden detectar espigas positivas de 14/6 Hz.
Los denominados coma alfa o theta han sido
descritos en encefalopatía anoxoisquémica (pronóstico habitualmente
desfavorable), en lesiones del tallo cerebral (pronóstico habitualmente
desfavorable) y en encefalopatías tóxicas (pronóstico favorable). El patrón de
descarga- supresión posterior a un episodio de paro cardíaco se asocia con una
mortalidad del 96%; en estos casos los registros deben realizarse después de 24
horas y deben repetirse para monitorizar la evolución de los cambios.
EEG y lesion estructural
En pacientes comatosos la presencia de asimetría significativa de voltaje entre los dos hemisferios en el EEG o
la presencia de actividad delta rítmica
intermitente exclusivamente en la región
frontal, debe hacer pensar en que la
causa del coma es una lesión
supratentorial.
Las lesiones supratentoriales
también pueden producir alteraciones de
la conciencia mediante la generación de
crisis epilépticas. En ocasiones la alteración
es exclusivamente electroencefalográfica
como ocurre en el estado epiléptico
no convulsivo, como se mencionó
previamente.
En los pacientes comatosos con
lesiones del tallo cerebral se registra
poca lentificación en el EEG. Con alguna
frecuencia se encuentra un patrón alfa
de predominio posterior (denominado
coma alfa).