Introducción
El síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño (SAHS) es un
problema de salud de alta prevalencia, que se asocia a un aumento de
la morbimortalidad de causa vascular1-3, deterioro en la
calidad de vida del paciente4 y un mayor riesgo de sufrir
un accidente de tráfico5,6. Estas razones subrayan la
importancia de la enfermedad y la necesidad de lograr un diagnóstico
y tratamiento precoces, máxime cuando se dispone de un tratamiento
eficaz7,8.
La elección de la técnica diagnóstica debe basarse en la sospecha
clínica y los medios diagnósticos disponibles, y se debe aplicar la
prueba más coste-eficiente. La polisomnografía de noche completa
realizada en el laboratorio del sueño se considera el método de
referencia para el diagnóstico del SAHS8. Sin embargo,
esta prueba es cara y presenta una inaceptable lista de espera, lo
cual ha propiciado la búsqueda de otras opciones diagnósticas. Entre
ellas, el estudio de las variables respiratorias mediante la
poligrafía es la más empleada. Esta técnica puede realizarse en
cualquier ámbito sanitario, aunque son infrecuentes los estudios no
supervisados y llevados a cabo en el domicilio del paciente9,10.
Por otra parte, disminuir los costes que supone el diagnóstico y
evaluar la preferencia del paciente son también objetivos
importantes que aún no han sido bien estudiados en una muestra de
pacientes sintomáticos.
Nuestro objetivo ha sido determinar, en pacientes con síntomas
indicativos de SAHS, la validez diagnóstica, el grado de
satisfacción del paciente y el coste de la poligrafía domiciliaria
comparando sus resultados con los obtenidos mediante la
polisomnografía de noche completa realizada en el laboratorio del
sueño.
Pacientes y métodos
El estudio se ha realizado en la Unidad de Trastornos
Respiratorios del Sueño, que depende funcionalmente del Servicio de
Neumología, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. En
ella se realizan una media de 600 polisomnografías anuales, y
dispone de una consulta externa para valoración específica de los
trastornos respiratorios del sueño.
Los pacientes fueron remitidos desde atención primaria o atención
especializada para valoración de trastornos respiratorios durante el
sueño. Todos cuantos cumplieron los criterios de inclusión dieron su
consentimiento para participar en el estudio, una vez informados de
su naturaleza. Posteriormente se realizaron, de forma aleatoria, una
poligrafía domiciliaria y una polisomnografía de noche completa,
utilizando una método similar al empleado en un estudio previo11.
Ambos registros se efectuaron en menos de 2 semanas y fueron
revisados manualmente por el mismo facultativo (B.J.G). Para evitar
que el investigador conociese el resultado de la prueba efectuada en
primer lugar, los pacientes se identificaron mediante un número de 6
dígitos y 3 siglas.
Población de estudio
Se consideraron sujetos elegibles aquellos que consecutivamente
fueron remitidos a nuestra consulta para valorar trastornos
respiratorios del sueño. Se incluyó en el estudio a los pacientes
con alta sospecha clínica de SAHS. Ésta se estableció ante la
presencia de ronquido diario irregular, apneas observadas, sueño no
reparador y somnolencia diurna (puntuación en la escala de Epworth ≥
14). Esta puntuación se realizó mediante una escala validada al
castellano12.
Todos los pacientes debían residir en la ciudad de Córdoba,
disponer de unas condiciones domésticas aceptables, tener entre 18 y
70 años de edad y mostrar la colaboración suficiente para realizar
la poligrafía en su domicilio. No se incluyó en la muestra a
pacientes con enfermedad aguda intercurrente, cardiopatía isquémica
inestable, insuficiencia cardíaca descompensada, insuficiencia
respiratoria o drogodependencia, incluido el alcoholismo.
En este estudio, se consideraron pruebas no válidas para el
diagnóstico las poligrafías en las que se constató una pérdida en la
señal de flujo oronasal o de la pulsioximetría del tiempo de
registro y las polisomnografías en las que se obtuvo un tiempo total
de sueño menor de 180 min.
El Comité Ético del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba
revisó y aprobó el proyecto.
Medidas del estudio
Poligrafía domiciliaria. Varios días antes de realizar la
poligrafía, se recordaron al paciente las recomendaciones generales
para cualquier estudio de sueño. La noche de la prueba un técnico
especializado en estudios de sueño se desplazó al domicilio del
paciente y programó el inicio de la poligrafía 15 min después de que
éste se acostara y una duración de 6 h. Al día siguiente se
recogieron el polígrafo y las posibles incidencias ocurridas durante
la noche. También se determinó el grado de satisfacción del paciente
mediante una escala visual analógica, en la que 0 correspondía al
peor grado de satisfacción posible y 10 a la mayor satisfacción.
En la prueba se utilizó un
sistema portátil,
que registra las señales del flujo aéreo mediante termistor y sonda de presión, esfuerzo torácico y abdominal, señales
de saturación arterial de oxígeno (SaO2), frecuencia
cardíaca, micrófono traqueal, posición corporal y electromiograma
del músculo tibial anterior.
Se utilizó el mismo tipo de sensores que en la polisomnografía
con el objetivo de que las diferencias encontradas fueses
atribuibles únicamente a las características propias de la prueba:
laboratorio/domicilio y vigilado/no vigilado.
La información se procesó posteriormente en el laboratorio del
sueño. Los criterios de apnea, hipopnea y análisis de la SaO2
fueron los mismos que los empleados para la polisomnografía, con la
salvedad de que en la poligrafía no es posible valorar la presencia
de microdespertares (arousals) para marcar el evento
respiratorio como hipopnea y el índice de apneas-hipopneas (IAH) se
calculó sobre tiempo de registro.
Polisomnografía. Se realizó durante un tiempo de registro igual al de la poligrafía
(6 h). Se monitorizaron 2 canales de electroencefalografía (C4/A1 y
C3/A2), electrooculografía, electromiograma submentoniano y tibial
anterior. El flujo aéreo oronasal se estudió mediante termistor y
sonda de presión. Igualmente se registró el sonido con un micrófono
traqueal y se comprobó el esfuerzo torácico y abdominal, además de
las señales de electrocardiograma y SaO2. Todos los
estudios se analizaron automáticamente utilizando como canal
principal para el análisis de eventos respiratorios la señal de
flujo obtenida mediante sonda de presión. Posteriormente, se
corrigieron manualmente siguiendo las recomendaciones de
Rechtschaffen y Kales13. Se definió como apnea la
ausencia de flujo aéreo oronasal durante al menos 10 s, y como
hipopnea, un descenso en la señal del flujo oronasal mayor del 60%
junto a una caída de la SaO2 de al menos el 3%, con o sin
microdespertar acompañante. Se registraron las siguientes variables
respiratorias: IAH, mínimo valor de SaO2 durante el
sueño, índice de desaturación igual o mayor del 3% (ID3) y
porcentaje de tiempo con una SaO2 inferior al 90% (T90).
El ID3 se definió como el número de desaturaciones de al menos el 3%
por hora de sueño (polisomnografía) o de registro (poligrafía). El
T90 se calculó según el tiempo total de sueño (polisomnografía) o
tiempo de registro (poligrafía).
Al finalizar las pruebas, la polisomnografía o poligrafía, el
paciente reflejó el grado de satisfacción respecto a la prueba
realizada en la escala visual analógica.
En la población de estudio, se consideró el diagnóstico de SAHS
cuando en la polisomnografía se observó un IAH igual o superior a 1014.
Análisis económico
Para el análisis económico no se tuvieron en cuenta los costes de
adquisición de los equipos y material fungible, ni los atribuibles a
su mantenimiento.
En nuestra Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño, 2
técnicos especializados en estudios de sueño realizan, en noches
alternas, 2 polisomnografías diarias. El número de polisomnografías
en el año 2005 fue de 568. El cálculo del coste de la prueba se
efectuó sumando el salario anual de los 2 técnicos y dividiendo el
resultado por la media de polisomnografías anuales. Se añadieron el
gasto de mantenimiento de una sala de hospital, calculado en 60 €, y
el coste originado por el tiempo de 90 min necesarios para el
análisis manual de la prueba y para emitir un informe.
En los gastos de la poligrafía se incluyó el coste del
desplazamiento de un técnico al domicilio del paciente para colocar
los sensores, más otro desplazamiento, al día siguiente, para
recoger el equipo y las incidencias observadas. El tiempo total
estimado fue de 2 h, a lo que hay que sumar el coste derivado del
análisis manual y de la elaboración del informe, calculado en 45
min. Una vez registrados los datos se añadió el gasto que supuso
realizar una nueva prueba cuando el resultado obtenido no fue
concluyente.