Trastornos del sueño (3º
parte)
http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_06/seccion_06_064.html
Hipersomnia
La hipersomnia es un aumento en las horas absolutas
de sueño, aproximadamente en un 25 por ciento más del patrón normal de
sueño de una persona.
Aunque es menos frecuente que el insomnio, la
hipersomnia es un síntoma que a menudo indica la posibilidad de una
enfermedad grave. Las personas sanas pueden experimentar una hipersomnia
temporal durante algunas noches o días como consecuencia de un período de
privación de sueño continuado o debido a un esfuerzo físico inusual. Si la
hipersomnia se prolonga más allá de unos días, puede ser síntoma de un
trastorno psicológico (ansiedad o depresión grave), o del abuso de
hipnóticos, falta de oxígeno y acumulación de anhídrido carbónico en el
cuerpo como consecuencia de la apnea durante el sueño, o bien debido a
trastornos cerebrales. La hipersomnia crónica que se presenta en una edad
temprana puede ser un síntoma de narcolepsia.
Cuando la hipersomnia es de desarrollo reciente y
repentino, el médico se informará acerca del estado de ánimo de la
persona, acontecimientos actuales y cualquier medicamento que pueda estar
tomando. Puesto que la causa podría tratarse de una enfermedad, el médico
examinará el corazón, los pulmones y el hígado. Las pruebas de laboratorio
pueden confirmar la enfermedad. La hipersomnia reciente que no tiene una
explicación fácil como la existencia de una enfermedad o el abuso de
fármacos, puede estar causada por un trastorno psiquiátrico (como
depresión) o un problema neurológico (como encefalitis, meningitis o un
tumor en la cabeza). Una exploración neurológica puede indicar depresión,
deterioro de la memoria o síntomas neurológicos anormales. En la persona
con síntomas de algún problema neurológico, se realizan pruebas de
imágenes como una tomografía computadorizada (TC) o una resonancia
magnética (RM) y la persona se remite al neurólogo.
La ciencia se despierta de los trastornos
del sueño
Los laboratorios de centros
del sueño valoran, diagnostican y tratan a las personas que
sufren de cualquier tipo de trastorno del sueño. Los
siguientes síntomas pueden aconsejar una pronta consulta a un
laboratorio del sueño:
-insomnio.
-dependencia de medicamentos para dormir.
-hipersomnia.
-ronquidos intenso o ahogo.
-pesadillas.
-sueño anormal según el testimonio de
observadores.
Una valoración inicial en un
laboratorio del sueño puede consistir en lo siguiente:
-historial de sueño que a menudo incluye
un patrón de sueño.
-historia clínica general.
-exploración física.
-análisis de sangre.
-pruebas en el laboratorio del sueño.
Dos ejemplos de las pruebas realizadas en el
laboratorio del sueño son la polisomnografia durante la noche
y una prueba de latencia múltiple del sueño. En la
polisomnografia durante la noche, la persona se pasa toda
la noche en un laboratorio del sueño con unos electrodos
colocados para medir las fases del sueño y otros parámetros
psicológicos. La prueba valora la apnea del sueño o las
alteraciones de los movimientos durante este. En una prueba
de latencia múltiple del sueño, la persona se pasa todo el
día en un laboratorio del sueño, haciendo siestas a
intervalos. Esta prueba valora la somnolencia diurna,
especialmente en caso de narcolepsia.
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Narcolepsia
La narcolepsia es una alteración poco frecuente del
sueño, que se caracteriza por crisis recidivantes de sueño durante las
horas normales de vigilia y también de cataplejía, parálisis del sueño y
alucinaciones.
Se desconoce la causa, pero el trastorno suele
presentarse en personas con antecedentes familiares, lo que sugiere una
predisposición genética. Aunque la narcolepsia no tenga consecuencias
graves para la salud, puede producir un sentimiento de temor y aumentar el
riesgo de accidentes.
Síntomas
Los síntomas suelen iniciarse en la adolescencia o al
comienzo de la edad adulta, sin que exista enfermedad previa, y persisten
durante toda la vida Una persona con narcolepsia puede tener una crisis de
sueño en cualquier momento y el deseo de dormir sólo podrá resistirlo
temporalmente. La persona despierta del sueño narcoléptico con igual
facilidad que del sueño normal. Pueden producirse una o varias crisis al
día y es habitual que cada una de ellas se prolongue durante una hora o
menos. Es más probable que las crisis se presenten en situaciones
monótonas como las reuniones aburridas o la conducción prolongada por
autopistas. La persona puede sentirse bien al despertarse y, sin embargo,
puede volver a dormirse a los pocos minutos.
Diagnóstico
Aunque el diagnóstico por lo general está basado en
los síntomas, no significa necesariamente que síntomas similares indiquen
un trastorno narcoléptico. Los fenómenos de cataplejía, parálisis del
sueño y alucinaciones se presentan con frecuencia en niños pequeños y a
veces en adultos sanos que no manifiestan otros trastornos del sueño Si
existen dudas acerca del diagnóstico por parte del médico, la persona
podrá ser remitida a un laboratorio de estudio del sueño. El registro de
la actividad eléctrica del cerebro mediante un electroencefalograma (EEG)
puede mostrar los patrones del sueño REM que se producen cuando la persona
concilia el sueño, lo cual es típico de la narcolepsia. No se han
observado cambios estructurales en el cerebro ni se han detectado
anomalías en los análisis de sangre.
Tratamiento
Para el alivio de la narcolepsia pueden ser útiles
los fármacos estimulantes como efedrina, anfetaminas, dextroanfetamina y
metilfenidato, pudiendo ser necesario un ajuste de la dosis para prevenir
los efectos secundarios como sacudidas, hiperactividad o pérdida de peso.
De ahí que los médicos controlen cuidadosamente a los pacientes cuando se
inicia el tratamiento farmacológico. La imipramina, un antidepresivo, es
el fármaco de elección en el tratamiento de la cataplejía.