Los trastornos del sueño son alteraciones en la
conciliación del sueño o durante el mismo, o bien alteraciones relativas a
la duración del sueño, o a comportamientos anormales asociados al sueño,
como el terror nocturno y el sonambulismo.
Promedio diario de las necesidades de sueño |
Edad |
numero
total de horas |
sueño REM
(porcentaje del total) |
fase 4 de
sueño (porcentaje total) |
Recién
nacidos |
13 a 17 |
50% |
25% |
2 años de
edad |
9 a 13 |
30 a 35% |
25% |
10 años de
edad |
10 a 11 |
25% |
25a 30% |
18 a 65
años de edad |
5 a 9 |
25% |
25% |
Mayores de
65 años |
6 a 8 |
20 a 25% |
0 a 10% |
El sueño es algo necesario para sobrevivir y gozar de
buena salud, pero todavía no se sabe por qué se necesita el sueño ni
exactamente cómo nos beneficia. Las necesidades individuales de sueño
varían ampliamente y en los adultos sanos van desde tan sólo 4 horas
diarias de sueño hasta incluso 9 horas. En general, las personas duermen
de noche aunque muchas lo hacen durante el día debido a sus horarios de
trabajo, situación que a menudo ocasiona trastornos del sueño. Muchos de
los trastornos del sueño son frecuentes.
Muchos factores, como la excitación o el estrés
emocional, pueden determinar las horas de sueño de una persona y cómo se
siente al despertar. Los medicamentos también pueden desempeñar un papel,
algunos producen somnolencia mientras que otros dificultan el sueño.
Incluso ciertos alimentos o aditivos como la cafeína, las especias fuertes
y el glutamato monosódico pueden afectar al sueño.
El patrón del sueño no es uniforme sino que tiene
varias fases diferenciadas. Durante un sueño nocturno normal hay 5 o 6
ciclos de sueño El sueño empieza por la fase 1 (el grado más superficial,
en que la persona se despierta fácilmente) y avanza hasta la fase 4 (el
grado de profundidad mayor, en que la persona se despierta con
dificultad). En la fase 4, el tono muscular, la presión arterial y la
frecuencia cardíaca y respiratoria están disminuidos al máximo. Además de
estas 4 fases existe un tipo de sueño acompañado de movimientos oculares
rápidos (REM) y de actividad cerebral. La actividad eléctrica en el
cerebro es inusualmente alta durante el sueño REM, algo semejante a un
estado de vigilia. En un electroencefalograma (EEG) puede registrarse la
movilidad ocular y los cambios en las ondas cerebrales que se producen
durante el sueño REM.
En el sueño REM, tanto la frecuencia como la
profundidad de las respiraciones están aumentadas, pero el tono muscular
está deprimido, incluso en mayor medida que en las fases de máxima
profundidad del sueño no-REM. La mayoría de los sueños ocurre durante el
sueño REM y en la fase 3 del sueño, mientras que el hablar dormido, los
terrores nocturnos y el sonambulismo suelen ocurrir sobre todo durante las
fases 3 y 4. Durante un sueño nocturno normal el sueño REM sigue
inmediatamente después de cada uno de los 5 o 6 ciclos de la fase 4 del
sueño no-REM, pero en realidad el sueño REM puede ocurrir en cualquier
fase.
Fases del ciclo del sueño
El sueño atraviesa normalmente fases
diferenciadas unas 5 o 6 veces durante la noche.
El tiempo del sueño profundo es relativamente corto (fases 3 y 4). A
medida que la noche transcurre se pasa más tiempo en el sueño con
movimientos oculares rápidos (REM), pero esta fase es interrumpida
por breves regresos al sueño ligero (fase 1). Durante la noche se
producen breves despertares.
Insomnio
El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño
o permanecer dormido, o una alteración en el patrón del sueño que, al
despertarse, lleva a la percepción de que el sueño ha sido insuficiente.
El insomnio no es una enfermedad sino un síntoma.
Puede ser consecuencia de diversos trastornos emocionales y físicos y del
uso de medicamentos. La dificultad para conciliar el sueño es frecuente
entre jóvenes y ancianos y a menudo se manifiesta en el curso de
alteraciones emocionales como ansiedad, nerviosismo, depresión o temor.
Incluso hay personas que tienen dificultades para conciliar el sueño
simplemente porque no experimentan cansancio, ni físico ni mental.
Las personas tienden a dormir menos a medida que
envejecen y también se producen cambios en las fases del sueño. El sueño
de la fase 4 disminuye y con el tiempo desaparece, en tanto que la persona
se despierta con más frecuencia durante las demás fases. Aunque normales,
estos cambios en el patrón del sueño hacen que la gente mayor piense que
no está durmiendo lo suficiente. Sin embargo, no existen pruebas de que
las personas sanas de edad avanzada necesiten dormir tanto como los
jóvenes ni que requieran medicamentos para dormir con el fin de evitar
estos cambios normales asociados con la edad.